Cuando nos surge la necesidad, tenemos la posibilidad de construir nuestra casa y la queremos hacer de acuerdo a nuestra manera de pensar: ecológica, sana, lo menos contaminante, económica aprovechando la energía solar de manera natural, se nos plantea el problema de cómo enfocar y desarrollar esta empresa para llegar a un resultado feliz.

A mi me gustaría dejar claro que cuando se toma esta decisión es muy bueno que participen todos los miembros de la familia que habitarán la futura casa, dando cada uno su opinión en lo que crean les concierna más, aún tratándose de los pequeños espacios para estudiar, jugar, etc., para llegar a un buen acuerdo entre todos. Esta actitud de consideración y respeto es un buen ejercicio de comunicación dentro de cualquier familia y puede fomentar una buena armonía en la convivencia.

Este planteo que abordamos puede aplicarse tanto para el caso de una casa unifamiliar aislada como para dos o m s familias que se pongan de acuerdo para construir.

Parto de la base de considerar la vivienda no como un producto más para vender en el que sus moradores se han de adaptar a ella, sino todo lo contrario: La vivienda es el cobijo de la familia y este hogar se ha de adecuar a sus necesidades y formas de vida.